A la hora de relacionarnos con lo natural, sólo a veces aceptamos algunas cosas. Frente a las demás cosas, la mayoría de las veces preferimos intentar dominar. Ésto nos lleva a luchar:
*Para que el placer venza al dolor.
*Para que lo que creemos bueno, venza a lo que creemos malo.
A veces no conseguimos la victoria, y cuando la conseguimos, sus efectos placenteros sólo duran durante un tiempo, y por ello tenemos que aprender a soportar las situaciones dolorosas que se nos van presentando.
Para aprender a soportar recurrimos a diversas estrategias, pero los frutos de sus eficacias sólo duran un tiempo, y por ello, más o menos nos desequilibramos, o a veces nos rompemos.
Sólo la aceptación nos libera, pero aunque lo que sepamos, nos cuesta mucho aplicarlo. En ésta tensión vivimos, y con ella, evolucionamos.
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