Hay seres humanos que vuelan impulsados por las esperanzas y por las ilusiones, y cuando lo hacen, pierden el contacto con el suelo y nunca llegan a las alturas de sus anhelos.
Los sabios vuelan aprendiendo de los pájaros.
Para propagar sus semillas, algunas plantas recurren a los pájaros y a las alas del viento.
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