El Hombre, al igual que los pájaros, tiene necesidades de supervivencia y tiene otros deseos. Con mucha frecuencia, para conseguir ambas cosas necesita la ayuda de los demás. Para poder recibir ayuda, los hombres y los pájaros necesitan sentir amor por sus sementes y dárselo.
El Hombre, al igual que los pájaros, es un ser individual que nace con unos potenciales que necesita desarrollar, y para ello necesita libertad. Con frecuencia, el desarrollo de esos potenciales y varias de sus necesidades y deseos individuales, entran en contradicción que la ayuda y el amor que le piden los demás. Y todavía, ni el Hombre ni los pájaros, han sabido acabar con ésta contradicción. No sabemos si los pájaros tienen teorías sobre ésto, pero el Hombre tiene infinidad de ellas.
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